martes, 7 de julio de 2009

Mis Queridas Profesoras.

Es que si yo me pongo a escribir sobre mi maestra, tengo que hacerlo de 'ellas', porque igual las quise a las dos, igual de importantes fueron...
Teacher Vicenta, ya fallecida, la seño Ma de la Luz; la segunda, de primaria, la primera, de secundaria.¿Que como eran como maestras? Y yo que se, yo las quería, y ellas yo se que me querían mucho. Tanto, que llenaban mi corazón solitario.
María de la Luz me dió clase en la primaria, quinto y sexto año de el Centro Escolar Acaponeta; pues que,seguía un programa de trabajo anual, yo que se si lo terminaba o no; era agradable estar en sus clases,aprender de todas las materias, pero mas agradable era platicar con ella, acercarme a su escritorio y sentirme bien ahí. ( No como en cuarto año, que sufrí el cambio de escuela, con el consiguiente cambio de forma, compañeros, ciudad, entorno, todo nuevo para mi y de difícil adaptación en ese entonces, y además me aterrorizaba la profesora, jeje).
En la secundaria, ahí estuvo la teacher Vicenta, ex religiosa, que dejó su Orden en las persecuciones contra el clero por el presidente Calles.Profesora de inglés, de Solfeo, soltera siempre, con un enorme corazón de madre, siempre dispuesta a escuchar, a consolar, si, a aconsejar y un poquito tan solo, a reprender.
Gran corazón de mi teacher Vicenta, vivía a dos puertas del edificio de la escuela, y yo la visitaba cuando podía, aún cuando salí ya de estudiar ese ciclo, platicaba mucho con ella en su casita llena de plantas y de familiares suyos.
Teacher Vicenta murió ya hace años, la verdad, no recuerdo si está sepultada en Acaponeta, pero creo que no. Preguntaré, y luego les digo. Recuerdos y cariños dejó en esta tierra, muchos, reconocimientos personales y amistades. Quizá un rezo de los que ella seguramente enseñaba a otros niños.
La seño María de la Luz sigue con nosotros, confieso que no acudo a visitarla, tengo la idea de que pasa días viviendo fuera de aquí, con su hermana y su hija.
Mi agradecimiento público para teacher Vicenta y la seño María de la Luz. Dios esta y estará siempre con ellas, por su bondad y porque simplemente, son dos buenas almas que estuvieron junto a esos niños y jóvenes que los necesitaban en su día.
Un recuerdo para ellas, mi recuerdo y mi amor.

2 comentarios:

Rufida y ya dijo...

Hola!
Que genial que aún recuerdes a tus maestras y las recuerdes con tanto cariño (no muchos logran hacerlo). De todos los maestros que pueden pasar por la vida de uno, sólo pocos logran dejar huella y esa huella es como un regalo grandioso que llena de conocimiento y fortaleza. Espero algún día poder escribir así de un maestro, debo encontrar uno primero jeje.
Te dejo.
Besos,
Rufo

Blanca dijo...

Suerte.
Espero que estés bien y feliz.
:)