miércoles, 26 de octubre de 2011

LA CULPA DE LA MUERTE

Cuando alguien muere, en ocasiones no hay conformidad, no nos agrada que aquella persona se haya ido y son muchas las personas que empiezan a formar en su mente la idea de que tienen la culpa de la muerte de ese ser.
Como la comunicación no es nuestro fuerte, resulta que por la muerte del niño se están culpando el padre, la madre, la abuela, la enfermera, el médico, la tía, hasta la vecina, vamos.
El padre piensa que debió estar más cerca de su familia, para apoyarlos.
La madre piensa que ella tenía que haberse dado cuenta antes de los síntomas de la criatura.
La abuela piensa que ella tiene la culpa de no haber visitado más a sus nietos y haber alertado que algo andaba mal.
El medico piensa que quizá si se hubiera decidido por el otro tratamiento, el niño se hubiera aliviado.
La enfermera piensa que como no podía bajarle la fiebre es su culpa la muerte.
La vecina se siente culpable de no haber rezado suficiente.
Seis culpables de la muerte.
¿Qué pasa con el destino?
¿Alguien por aquí cree que todos tenemos marcado un tiempo de vida y que nadie pasa de su línea? Entonces ¿donde queda la culpa si se había llegado al día de la cita con la muerte?
¿Que con el objetivo de la vida?
¿Alguien por aquí cree, que el venir a este mundo es para cumplir una misión y que una vez cumplida esta nos vamos?
Entonces, ¿que pasa con la culpa si ya se había cumplido con ese objetivo? ¿Somos nosotros los que diremos, quédate y se hará?
¿Qué pasa con la voluntad Divina? ¿Alguien aquí cree que Dios dice hasta aquí y se hace? ¿Entonces donde queda la culpa, si creemos que El marcó la línea y se ha llevado a aquel que queremos?

La vida y la muerte son insondables, misteriosas, inexplicables.
¿Por qué quieres cargar con la culpa de la muerte si no está en nuestra mano?
Cada uno, llevamos a cabo diario el cumplimiento de nuestras obligaciones y algo mas, podemos entregar todavía mas extra que solo la obligación en si, entonces no debe caber el arrepentimiento ni la culpa de no haber cumplido.
En ocasiones, de lo que se siente uno culpable, es de haber sobrevivido a ese ser especial, se da mucho el caso de la pareja de muchos años, que cuando uno fallece, el otro empieza a mermar su calidad de vida e incluso se ha visto que rápidamente fallece también, quizá la culpa de haber sobrevivido.
En el accidente, ¿por que murió el y no yo, por que murió el y no yo? Siempre hay espacio, indebidamente, para esta pregunta que debemos desechar. Por que no cambiarla por ésta otra: ¿Por qué estoy yo vivo?
Aquí, podemos encontrar la motivación para vivir y para servir a alguien o algo.
Hagamos todo lo que podamos por los seres humanos, familiares o no, por cualquiera, pero no te quedes con la culpa como si fueras dador de vida.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Y QUE DICEN QUE LA VECINA EST......

En casa, cada miembro de la familia tiene diversas actividades según sus gustos, aficiones o profesiones, edades, etc. Y por lo tanto, se adaptan como familia a compartir espacios y tiempos. Así que donde hay varios niños, cada uno recoge sus juguetes en un sitio diferente, sus objetos personales como ropa, zapatos, útiles escolares tienen un espacio por separado. Si un adulto necesita descanso, o el bebé está durmiendo, se les pide que Respeten su sueño y descanso. Y nos acostumbramos a las horas de compartir y a los espacios a respetar. Un pueblo es una gran familia y aunque no exista la misma intimidad, si debemos evitar el invadir espacios ajenos. No tenemos por que ir a amontonar objetos en la banqueta del vecino, ni obstruir sus puertas con bicicletas, por ejemplo o triciclos nuestros.
La basura de nuestra casa, no hay por que ir a tirarla por las ventanas de casas solas que nos queden cerca, puesto que sí contamos con botes de basura, que se les llama así, precisamente porque son para depositarla ahí, para llevarla a la esquina para cuando pasa el camión recolector. El depositar tus papeles, cascaritas, bolsitas, en TU bote de basura, es una práctica buena, se hace en cualquier familia y nadie te va a criticar porque lo hagas así, mas te critican cuando te ven cruzar la calle con tu basurita para ir a echársela al terreno que no tiene dueño. Ya estás grandecito pero lo necesitas, te explico, la basura que sacas a tirar así, reúne ratas y cucarachas que estás gentilmente alimentando, pero crecerán en tal forma su número, que en poco tiempo irán a invadir también tu casa. Piensa y aguanta tu deseo de ensuciar terrenos ajenos; practicando la abstinencia en ésta manía tuya lograrás tu cambio. Si tu barrio es como tu casa, ¿no sería lo mismo sacar tu basura del baño e irla a depositar en tu cocina, tu sala o tu recámara? Piensa.
Ahora, es un placer de oír música, ¿verdad? Solo que todos oímos música cuando queremos, no cuando lo decide el vecino de enfrente que así acompaña la soledad de su vida a las 2 de la mañana, o la de su negocio a las 4 de la tarde. Date gusto oyendo TU música, pero óyela tu solito, todo el barrio (tu familia grande) tiene gustos diferentes y diferentes ocupaciones, así que no pueden compartir tus horas de oír música, compadre, no la compartas. Canta, eso sí, todo lo que quieras, pero sin micrófono, por favor, porque la abuela apenas se durmió, después de velarla con fiebre toda la noche, y los pequeños vinieron cansados de la escuela y no pueden hacer su siesta en compañía de tu ruido.
Como ves, es bueno respetar tu barrio, así como yo creo, respetas a tu familia. Pequeñas prácticas para vivir mejor. Pensemos vecinos.