lunes, 20 de abril de 2009

¿SALUDANDO CON SOMBRERO AJENO?

Los hoteles cinco estrellas a veces nos impactan, tanto por la apariencia, como por la idea que tenemos o incluso porque conocemos de sus precios. Sin embargo, la clientela de esos hoteles, está compuesta en un alto porcentaje, por personas que a expensas de su bolsillo, difícilmente podrán ocupar sus habitaciones por dos o tres noches.
Veamos quienes acuden ahí; desde luego, quienes tienen dinero para ello; los turistas; grupos empresariales para llevar a cabo diferentes tipos de reuniones, de negocios, convenciones, congresos, talleres, seminarios, etc. Sindicatos, cooperativas, asociaciones, federaciones, confederaciones, en cualquier ramo; profesionistas, agricultores, artesanos, etc.
Los miembros de estos últimos tipos de grupos, son por lo general, los representantes de personas de escasos recursos económicos. Entre estas personas, sostienen los gastos de sus representantes, y los representantes, son quienes acuden a esos lugares cinco estrellas. Se ha dado el caso, de personas con pudor, que al interior de estas organizaciones han protestado, “como es posible que si nuestros asociados no tienen la capacidad de acudir aquí, nosotros estemos pagando estos costos tan elevados”.
Los organizadores alegan que la reunión en un solo sitio de servicios especializados, como son hospedaje, salón para reuniones, comidas, material de trabajo como computadoras, proyectores o “cañones”,micrófonos, foros, pantallas, todo junto, hacen mas baratos los costos. Definitivamente si hacen mas cómoda la reunión y la organización, pero a algunos nos deja un sabor de “no me merezco lo que mis compañeros asociados no pueden disfrutar”, aunque esté uno cumpliendo ahí con una obligación mas de un voluntariado gratuito.
Así que recordemos, no todo el que ves salir de un hotel cinco estrellas, es otro rico de vacaciones, ni un empresario cerrando tratos millonarios.

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