martes, 8 de septiembre de 2009

CUENTOS DE MI RECAMARA DE NIÑA

Era una casona al estilo antiguo del pueblo, con grandes ventanales enrejados de hierro, a veces terminados en puntas de lanza arriba, con diferentes diseños, daban proteción a la casa y permitía tener las ventanas abiertas, ventanas que podían convertirse en puertas solo con quitar la reja. Bueno, pero eran ventanas en ese tiempo. Detrás de ese ventanal estaba la recamara de mi niñez,una habitación compartida con mis hermanas. Mi cama quedaba justo frente a la ventana, y como colocaba mi almohada hacia los pies, miraba el poco pasar de la gente hacia su casa, hacia la orilla del pueblo, con rumbo al río para cruzar e ir a su pueblo. Eran pocos los transeúntes de noche, y de noche se daban las historias que recuerdo de esos años.
Estaba el fantasma que reía. Era un ruido se iba a acercando, porque el volúmen de la risa aumentaba cada vez que se escuchaba, jajajajajajaja, jajajajajajaja... me daba un terror....cuando el ruido llegaba justo a la ventana, ya no volvía a escucharse. A fuerza de valentía, de hacer lo que papá me decía: 'averígua de donde viene el ruido, que lo produce', me obligaba a abrir los ojos y 'ver' al fantasma que reía. Jamás lo vi. El ruido cesaba y al tiempo,yo me dormía de nuevo.
Desde la ventana veía el transcurrir de las estrellas por el cielo, aprendí en mis horas de insomnio, que el mismo camino que recorre el sol, lo recorren las estrellas en la noche. Según avanzan las horas, van 'caminando' hacia el poniente.
Desde esa ventana rescaté a una mujer de un asalto. Déjame que te cuente. Yo no sabía quien era ella, pero sus pasitos me despertaban cerca de las tres de la mañana, cuando volvía de su trabajo de cocinera en la zona de cabarets del pueblo. Yo la oía pasar casi diario, esa noche había llovido, quedaba el fresco de la noche, y algunos charcos. Y escuché sus pasitos, pero luego, unos pasos pesados, muy pesados que llegaron a la esquina de la casa, y emprendieron la carrera, tras ella. Con el ruido de esos pasos, me alerté, y para dicha de ella, y contrariedad el abusivo que la seguía, ahí, exactamente frente al enrejado de la ventana, frente a mi cama, la prendió en un abrazo. Yo lo ví todo, la abrazó por la espalda, y mientras la sujetaba con un brazo, con el otro intentaba taparle la boca mientras ella se defendía. Ver ésto y brincar de mi cama fué uno solo, y con mi mejor voz de General, le grité: ¡¡¡DÉJALA!!! Se sorprendieron los dos, voltearon hacia la ventana, ella, tan asustada, el sorprendido, si dudaba, la continuidad de mis gritos lo apuraron a soltarla, le hable a todo el mundo, a los hombres del barrio que no existían, a mi padre, a la policía, que jamás andaba por allá, le grité tan poco y tan suficiente, que la soltó y se fué corriendo, sus pasos doblaron la esquina y se fueron... Ella se quedó espantada, sosteniendose de la ventana, ¿estás bien? le pregunté, si, dijo, pues vete, antes de que vuelva... nada de quedarse a comadrear quien era que quería, lo importante era que se pusiera a resguardo. Mis padres ya estában en las ventanas de casa, indagando lo sucedido. Mientras ella se retiraba casi corriendo a su casa, nos quedamos ahí, esperando que estuviera a salvo, como guardianes para que el maldito no volviera.
Nos volvimos a ver como treinta años después: ¿ te acuerdas cuando me salvaste? si,nunca lo voy a olvidar, nunca lo olvidamos, nunca lo olvidaremos, ni ella, ni yo.
Historias desde mi recámara, recuerdos....
P.S. ¿sabe quien era el fantasma? Un animalito al que aquí le llamamos cachora, algo así como una salamandra, que sale de noche y recorre las paredes comiendo insectos. Jejeje.....un día, terminé por enterarme.

13 comentarios:

RR dijo...

solo decirte que me ha encantado y además tengo una historia muy parecida y tu me la has recordado....gracias...un beso con olor a recuerdos de niñez

Blanca dijo...

Hola linda Rosa Roja,gracias por la visita.
:)

Illystil dijo...

Desde luego, demostraste mucha valentía y rapidez de reflejos. Y qué conmovedor haber sido el Ángel de la Guarda de una desconocida, en el momento en que realmente lo necesitaba...

Un besote

Blanca dijo...

¿valentía, Ilysil? El estilo de general lo traigo desde niña y o se me ha quitdo, jejeje,y lo otro , la insentatez, diremos me ha metido en muchas, de las que he salido bien librada, quizá les cuente,jeje.
Gracias Ilystil por venir

Recomenzar dijo...

Las cosas que me pasan sin siquiera buscarlo aparecen frente a mí sin darme cuenta... las cosas que yo siento y no comprendo y me siento como si naciera de adentro. Las cosas que yo vivo y no me doy cuenta... cuando hablo .. no hablo hablando conmigo... y si lo entiendo y lo que busco no encuentro... sin buscarlo va apareciendo. Siempre fue así ...me maravilla la vida y veo a la gente con ojos de niña ...y no entiendo lo que entiendo transformando en mi intento de ser yo y salir a su encuentro. El encuentro con el hombre que estará en mi vida y si vivo poco lo poco que yo viva lo viviré intensamente como una aventura porque eso quiero en el final de mi vida
Besos van

POEMARIO DE ÁNIMAS dijo...

Entre los cuentos más hermosos, siempre están aquellos que tiernamente son recordados con el Cariño y Amor más preciado, entre ellos aquellos que con dulzura fueron hermosas plegarias de deseo, entrega y ruego para y por nosotros... Gracias por tu comentario y por ese aporte hermoso sobre tu madre... Debió ser una esplendida y maravillosa mujer...
Jyhael

Blanca dijo...

Hola Jyhael, que gusto leerte por aquí, reconocí varias oraciones en tu blog, todas oídas a ella. Nos vemos.

Bienvenida, Recomenzar, luego te busco, vuelve cuando quieras,m se aprecia tu nota.

Rufida y ya dijo...

Hola Blanca!
Wow! realmente tienes recuerdos geniales de tu infancia! Que bueno que aún recuerdes eso y de forma vívida.
Yo no creo tener tan buenos recuerdos, y si los tuve, los he olvidado.
No había tenido mucho tiempo de pasar por aqui por proyectos y examenes y todo eso. Pero ya estoy por aquí y me alegra leerte!
Besos,
Rufo

Blanca dijo...

Hola línda Ruffo, pues vaya que yo si te he leído, andas medio inquieta, no? jajaja, ya pasará.
Y en cuanto a los recuerdos, he de estar entrando en la vejez ( ojalá me equivoque y me falte mucho para eso) porque dicen que los viejitos recuerdan mejor su infancia, tu tienes ocupado el TOOOODO en vivir tu presente, asi debe ser, ¿no? Suerte en todo, mi señorita; un beso.

Porthos Baron Du-Vallon de Bracieux de Pierrefonds dijo...

es uno de esos tipicos sucesos para contar!

Blanca dijo...

oh, y gracias por anotarte como seguidor....

saiz dijo...

Me gustó mucho tu relato. Tanto la historia en sí como la sencillez con que la cuentas. Estas pequeñas historias vividas son las narraciones que más me gustan. Una vez leí un libro de Paul Auster que en España se tituló "Creía que mi padre era Dios". Son historias enviadas por personas anónimas, a las que Auster (desde un programa de radio que tenía en Estados Unidos) pidió que le enviasen el hecho más llamativo, curioso o impactante de sus vidas. Y la verdad es que el conjunto resulta más interesante que cualquier relato de ficción. A mí alguna vez me ha venido la idea de hacer algo parecido (es decir, pedir a las personas que conozco que me cuenten el hecho más memorable, sobrecogedor o llamativo de sus vidas y hacer una recopilación de esos relatos), pero lamentablemente no dispongo de tiempo para ello.

Blanca dijo...

Muchos hijos creemos en alguna epoca que alguno de nuestros padres es un dios..,. pensamiento siempre sincero.
Gracias por el comment, Saiz